SANTA CRUZ
Largas colas para recibir ayuda
La Asociación Kairós pide apoyo a las empresas para atender la demanda de comida
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G. ALONSO
SANTA CRUZ DE TENERIFE Largas colas y listas de espera. Familias enteras con sus carros y bolsas de la compra esperando su turno. Este es el panorama que describe la mayor parte de las ONG del municipio. La Asociación Kairós, con sede en Los Gladiolos, también lo confirma. Sus integrantes llevan desde mediados de 2010 repartiendo comida a los vecinos del municipio más necesitados. En los últimos meses las solicitudes se han disparado, incluidos las de otras zonas de la Isla, y los alimentos de los que disponen se agotan cada vez con mayor rapidez.
Durante 2011, esta asociación repartió comida para 4.450 personas distribuidas en 416 familias. En total, 42.610 kilos. En lo que va de 2012, la imagen es incluso más desoladora y todo apunta a que cuando finalice el año la cifra se habrá triplicado, como mínimo. De enero a mayo, ha repartido 33.145 kilos de alimentos y ha atendido a 4.588 personas que integran 1.541 familias. Solo en el mes de mayo recibieron dieron ayuda a 329 menores.
Los productos son, por lo general, los más básicos en cualquier dieta: leche, arroz, pasta, lentejas, garbanzos y judías, y también yogures, zumos, queso, caldo, azúcar, aceite y productos enlatados. También hay productos pensados para los más pequeños de la casa, "quienes tienen derecho a disfrutar de las cosas que les gustan, como el Cola Cao o los cereales", explicó el presidente de la Asociación Kairós, Benjamín Barba.
Los alimentos que distribuyen provienen del Banco de Alimentos de Tenerife, las donaciones de comida de empresas de alimentos, así como también de colectivos y particulares. Gracias a esta aportación pueden salir adelante cada mes y conseguir que al menos unas cuantas familias tengan algo que echarse a la boca.
Las personas a las que hacen entrega de las cajas de comida llegan hasta Kairós con un papel de derivación de los Servicios Sociales de los diferentes ayuntamientos con los que colaboran. Ese documento tiene que ser renovado cada tres meses ya que con él se verifica que la necesidad de la familia a la que se atiende perdura.
Los días de reparto para las personas que acuden por primera vez son todos los martes y jueves por la tarde, desde las 16:00 hasta las 17:00 horas. En este encuentro se conoce a la familia y se le hace su ficha de entrada con una pequeña entrevista. El resto de entregas, las que se realizan durante los primeros días de cada mes, convocan a todos los usuarios habituales. Las colas para obtener alimentos recorren gran parte de la calle durante las horas que dura el reparto.
El perfil de las personas que acuden a obtener comida es el de una familia compuesta, de media, por tres miembros, aunque en más de una ocasión han llegado a atender a familias de hasta 10 y 12 miembros, en las que salvo los progenitores, todos son menores de edad. Por lo general son personas a los que la crisis económica les ha tocado de lleno, que antes tenían trabajo pero que, por una u otra circunstancia, ahora lo han perdido. Por barrios, dentro del municipio santacrucero, la mayoría de sus usuarios son de la zona centro y de Ofra.
Para llevar a cabo todo esta labor, la familia Kairós está formada por aproximadamente 60 voluntarios. Cada uno tiene su función específica: recogida de alimentos en las diferentes organizaciones que hacen donativos, administración y preparación de todas las cajas de alimentos, siempre teniendo en cuenta el número de personas de cada unidad familiar y las edades de sus componentes. Los voluntarios son quienes hacen entrega de las donaciones. También hay psicólogos y trabajadores sociales que de manera voluntaria asisten a los usuarios. Todos tienen claro que la situación es alarmante y que no se puede soportar durante mucho más tiempo. Sin embargo, también aseguran que hacer todo lo posible por ayudar a los demás es muy gratificante.
Samuel Medina es uno de sus voluntarios y usuario. Se quedó sin trabajo y en Kairós encontró la ayuda que necesitaba para salir adelante. "No puedo hacer menos que colaborar y ayudar aquí de manera desinteresada", apuntó en un momento del reparto. "Es duro ver y conocer las historias que tienen estas personas", dijo. "Irte a casa sin pensar en lo mal que lo están pasando es muy complicado", remarcó. Benjamín Barba, presidente de esta asociación, lo tiene claro: "Es difícil, pero no hay que sentir vergüenza por venir a pedir comida. Peor es robarla".
Ahora mismo los alimentos escasean hasta en las ONG. El Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) ha anunciado que este año se rebajará una de las partidas de las que se proveen los bancos de alimentos. De cuatro, repartidas a lo largo del año, se rebajará a tres. La que tenía que llegar en el primer cuatrimestre aún no ha sido enviada y está previsto que se retrase aún más. Por eso, cada vez hay menos comida para poder repartir. Con más razón ahora que nunca, desde Kairós piden el apoyo masivo de todas las empresas de alimentación. "Contar con sus excedentes es en estos momentos más necesario que nunca".
SANTA CRUZ DE TENERIFE Largas colas y listas de espera. Familias enteras con sus carros y bolsas de la compra esperando su turno. Este es el panorama que describe la mayor parte de las ONG del municipio. La Asociación Kairós, con sede en Los Gladiolos, también lo confirma. Sus integrantes llevan desde mediados de 2010 repartiendo comida a los vecinos del municipio más necesitados. En los últimos meses las solicitudes se han disparado, incluidos las de otras zonas de la Isla, y los alimentos de los que disponen se agotan cada vez con mayor rapidez.
Durante 2011, esta asociación repartió comida para 4.450 personas distribuidas en 416 familias. En total, 42.610 kilos. En lo que va de 2012, la imagen es incluso más desoladora y todo apunta a que cuando finalice el año la cifra se habrá triplicado, como mínimo. De enero a mayo, ha repartido 33.145 kilos de alimentos y ha atendido a 4.588 personas que integran 1.541 familias. Solo en el mes de mayo recibieron dieron ayuda a 329 menores.
Los productos son, por lo general, los más básicos en cualquier dieta: leche, arroz, pasta, lentejas, garbanzos y judías, y también yogures, zumos, queso, caldo, azúcar, aceite y productos enlatados. También hay productos pensados para los más pequeños de la casa, "quienes tienen derecho a disfrutar de las cosas que les gustan, como el Cola Cao o los cereales", explicó el presidente de la Asociación Kairós, Benjamín Barba.
Los alimentos que distribuyen provienen del Banco de Alimentos de Tenerife, las donaciones de comida de empresas de alimentos, así como también de colectivos y particulares. Gracias a esta aportación pueden salir adelante cada mes y conseguir que al menos unas cuantas familias tengan algo que echarse a la boca.
Las personas a las que hacen entrega de las cajas de comida llegan hasta Kairós con un papel de derivación de los Servicios Sociales de los diferentes ayuntamientos con los que colaboran. Ese documento tiene que ser renovado cada tres meses ya que con él se verifica que la necesidad de la familia a la que se atiende perdura.
Los días de reparto para las personas que acuden por primera vez son todos los martes y jueves por la tarde, desde las 16:00 hasta las 17:00 horas. En este encuentro se conoce a la familia y se le hace su ficha de entrada con una pequeña entrevista. El resto de entregas, las que se realizan durante los primeros días de cada mes, convocan a todos los usuarios habituales. Las colas para obtener alimentos recorren gran parte de la calle durante las horas que dura el reparto.
El perfil de las personas que acuden a obtener comida es el de una familia compuesta, de media, por tres miembros, aunque en más de una ocasión han llegado a atender a familias de hasta 10 y 12 miembros, en las que salvo los progenitores, todos son menores de edad. Por lo general son personas a los que la crisis económica les ha tocado de lleno, que antes tenían trabajo pero que, por una u otra circunstancia, ahora lo han perdido. Por barrios, dentro del municipio santacrucero, la mayoría de sus usuarios son de la zona centro y de Ofra.
Para llevar a cabo todo esta labor, la familia Kairós está formada por aproximadamente 60 voluntarios. Cada uno tiene su función específica: recogida de alimentos en las diferentes organizaciones que hacen donativos, administración y preparación de todas las cajas de alimentos, siempre teniendo en cuenta el número de personas de cada unidad familiar y las edades de sus componentes. Los voluntarios son quienes hacen entrega de las donaciones. También hay psicólogos y trabajadores sociales que de manera voluntaria asisten a los usuarios. Todos tienen claro que la situación es alarmante y que no se puede soportar durante mucho más tiempo. Sin embargo, también aseguran que hacer todo lo posible por ayudar a los demás es muy gratificante.
Samuel Medina es uno de sus voluntarios y usuario. Se quedó sin trabajo y en Kairós encontró la ayuda que necesitaba para salir adelante. "No puedo hacer menos que colaborar y ayudar aquí de manera desinteresada", apuntó en un momento del reparto. "Es duro ver y conocer las historias que tienen estas personas", dijo. "Irte a casa sin pensar en lo mal que lo están pasando es muy complicado", remarcó. Benjamín Barba, presidente de esta asociación, lo tiene claro: "Es difícil, pero no hay que sentir vergüenza por venir a pedir comida. Peor es robarla".
Ahora mismo los alimentos escasean hasta en las ONG. El Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) ha anunciado que este año se rebajará una de las partidas de las que se proveen los bancos de alimentos. De cuatro, repartidas a lo largo del año, se rebajará a tres. La que tenía que llegar en el primer cuatrimestre aún no ha sido enviada y está previsto que se retrase aún más. Por eso, cada vez hay menos comida para poder repartir. Con más razón ahora que nunca, desde Kairós piden el apoyo masivo de todas las empresas de alimentación. "Contar con sus excedentes es en estos momentos más necesario que nunca".
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